Conservar al paciente injustificadamente, un error común
Entre los médicos existe gran rivalidad, incluso cuando se dedican a disciplinas diferentes, o tienen entrenamiento en diferentes profundidades de una misma rama.
Sin importar cuán expertos sean en algún campo de la salud, temen perder a su paciente, “tenemos un factor posesivo, como médicos decimos ese es mi paciente, y como pacientes, ese es mi doctor, entablando una codependencia emocional”, dijo para Doctor Inteligente, el experto en reproducción asistida Carlos Salazar.
El experto señaló que en México los médicos aún tienen una importante falta de ética, “por miedo a perder al paciente, no se canaliza con un experto que puede resolver un punto agudo de su salud o su problemática, y desconfiamos en que una vez resuelto, el paciente regrese a nosotros para seguir con su tratamiento actual”, enfatizó.
Salazar indicó que hace mucha falta trabajar en quipo y recomendó a todos los especialistas aprender a ayudarse de sus colegas, “el paciente que es nuestro, seguirá de cabecera con nosotros, pero tenemos que aprender que hay factores que nosotros no podemos controlar, en ocasiones necesitamos de nutriólogos, cardiólogos, endocrinólogos, y demás expertos para ayudar al paciente a resolver su problema de salud y hay que aprovechar todos los recursos, cada uno atenderá lo que se necesita, no podemos con todo”.
Asimismo señaló que cuando se da un tratamiento integral y de alta calidad el paciente sale contento porque ha sido atendido como lo deseaba y “hay que tener con toda seguridad que las recomendaciones de boca en boca son las mejores, y por ello nos conviene canalizar al paciente con los diversos especialistas, porque así retornaran más y de mejor grado”.
Salazar indicó que en el caso de la reproducción, “por no canalizar al paciente, los hacemos perder hasta más de cuatro años de su vida reproductiva buscando soluciones cuando, podría resolverse en seis meses si reciben desde inicio la atención adecuada”.
Y añadió que el ser responsables y éticos con los pacientes se evitan multitratamientos innecesarios, reducción de un turismo médico que se vuelve peligroso, y mayor satisfacción de los pacientes que tratan.
“Es un mal enfoque cultural que debemos superar aprender a trabajar en conjunto”, finalizó.